CON MUCHAS GANAS DE APRENDER A LEER Y ESCRIBIR

No pudieron estudiar cuando eran niñas porque tenían que cuidar a sus hermanos o tuvieron que trabajar. Tampoco pudieron hacerlo cuando se casaron porque cuidaron a sus hijos, se hicieron cargo de los quehaceres del hogar o trabajar fuera de casa.
Y ahora que están cuidando a los nietos, estas mujeres están acudiendo por primera vez a la escuela para aprender a leer y escribir y obtener un certificado de educación básica y algunos hasta la secundaria.
"Estas son mujeres abnegadas que pusieron las necesidades de los demás antes de las propias. Pero sus ganas de aprender las impulsa a salir adelante y luchar día a día por su educación", expresó Mónica Rojas, instructora de español de Colegio Santa Ana (SAC). " Yo las admiro mucho por el coraje que tienen.Todas ellas son muy entregadas a sus estudios"
El programa de educación es auspiciado por el Gobierno de México a través del Instituto Nacional de Educación para Adultos (INEA), que proporciona libros, materiales educativos y certifica los estudios; es financiado por el SAC y las clases son impartidas en dos escuelas del Distrito Escolar Unificado de Santa Ana.

Según Rojas, en este programa se ofrecen tres niveles de aprendizaje: Alfabetización, para mayores que necesitan aprender a leer y escribir; Primaria, para quienes desean obtener su certificado de educación básica, y Secundaria, para los que desean obtener un certificado de estudios intermedios.
Al  concluir sus estudios, cada estudiante recibe un certificado emitido por el Gobierno mexicano por medio del Consulado de México en Santa Ana.
" Yo estoy muy agradecida por la paciencia que han tenido, la maestra me ha enseñado con mucho amor", dijo la alumna Estela Juan, de 65 años. "Primero Dios, y luego aprender a leer y escribir, quiero seguir estudiando la primaria tome lo que tome", agregó.
En la misma clase, Rojas enseña a sus alumnas con diferentes niveles de aprendizaje. "Cada alumna avanza a su propio ritmo y yo me adapto a sus necesidades", explicó la instructora. "Algunas tienen responsabilidades familiares o laborales que no les permite asistir a clase todas las semanas y no pueden hacer las tareas que se les manda para casa"
Graciela Pérez, de 68 años, viene a clase con su nieto que cuida por las mañanas. " Yo le echo ganas y mejor me traigo al niño al salón que perderme la oportunidad de aprender", comentó.

También, vienen madres a clase con sus bebes, " tengo una alumna que viene a clase con su bebé de pocos meses y mientras escribe la tarea con una mano, con la otra se abre el pecho para amamantar a su hijo", nos indicó la profesora Rojas.
Este programa nación en al 2004 y se ha mantenido a pesar de los recortes presupuestarios, dado el interés del público. Desde su inicio han pasado por estas aulas más de 500 mujeres, la mayoría mayores de 60 años, abuelitas con ganas de aprender a leer y escribir."El programa de Alfabetización en español es muy beneficioso por el impacto positivo que tiene en la persona, en su interacción con la familia,el trabajo y la comunidad" dijo Jim Kennedy, vicepresidente interino del SAC. El promedio en aprender a leer y escribir puede llevar a un año y medio, y los certificados de primaria y secundaria se pueden obtener en dos o tres años cada uno. El esfuerzo de los alumnos y las instituciones dejan buenos resultados y satisfacción. "Solamente por ver la sonrisa de satisfacción cuando los alumnos reciben sus certificados, vale la pena todo el esfuerzo", dijo Danmaris Molina, directora de la Primaria Lincolm.

Articulo publicado en el diario "Los Angeles Hoy" el 11/11/2011