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Más allá del sentimiento de bienestar que provoca bailar tango... está demostrado que mejora la capacidad aeróbica y la coordinación, por lo que puede ser muy útil como complemento terapéutico en algunas dolencias.
Los últimos en utilizar la tradicional danza rioplatense son los enfermos de Parkinson, ya que según un estudio realizado por la Universidad de Washington, bailar tango con frecuencia mejora el equilibrio más que otro tipo de actividad física. Esta universidad realizó un experimento con 19 pacientes con Parkinson que se dividieron en dos grupos: unos realizó ejercicios de movimiento con sillas y el otro empleó ese tiempo en bailar tango, y se descubrió que, si bien ambos mejoran, los segundos aumentaron más su equilibrio.
El medico argentino Roberto Peidro. uno de los pioneros en la investigación sobre las aplicaciones terapéuticas del tango, explicó que el "dos por cuatro" requiere prestar una atención especial a la coordinación, por lo que es "muy factible" que beneficie profundamente a las personas sedentarias, con dolencias cardiacas y demás patologías que afecten al aparato locomotor.
Peidro matizó que el tango "no es mejor que cualquier otra actividad física", pero sí que otros ejercicios que no potencian la coordinación y otros bailes menos tradicionales, "si uno baila tecno ó música disco puede hacer cualquier movimiento, pero en el tango hay que estar pensando el paso que hay que dar", precisó. La clave es la mejora de la capacidad aeróbica, que según el facultativo puede repercutir incluso en el incremento de la actividad sexual y por tanto la calidad de vida. Bailar tango también puede favorecer a los enfermos de Alzheimer, que de hecho ya participan en "Tangoterapia" en varios centros del país, precisamente por ser una actividad de coordinación y porque obliga al paciente a ejercitar su memoria para recordar los pasos. Pero el tango no sólo cura el cuerpo, sino que también es bueno para la mente.
El psiquiatra Federico Trossero, antes del libro "Tangoterapia", complementa con talleres de tango los tratamientos de enfermedades que van desde la depresión hasta las fobias sociales e incluso la esquizofrenia. Observando la manera de bailar, de abrazar al otro y la actitud hacia la pareja, los profesionales obtienen datos que les ayuden a interpretar mejor la psique de sus pacientes. Trossero apuntó que "el tango de por sí ya es terapéutico" y " es increíble ver cómo la gente entra en las sesiones con una cara y sale con otra".
La aplicación del tango se ha convertido en una de las últimas incorporaciones a los complementos terapéuticos. Si bien el tango no es la panacea -"mejor bailar tango y caminar, que hacer una cosa sola", advirtió Peidro, con los datos en la mano no puede negarse que curarse al son de Carlos Gardel alegra el corazón y despierta la mente.
El tango se define como un pensamiento triste, como el que te pasa por la cabeza y te atormenta tras recibir la noticia que padeces Parkinson , Alzheimer y que la enfermedad te impedirá llevar tu vida diaria como la llevabas hasta ahora.
" Tango hoy necesito tu ayuda para calmar mi dolor", es la frase de una canción que mejor no puede definir la situación de un enfermo que necesita una vía de escape. Por tanto, ¿puede existir por ahora terapia más agradable para tratar la enfermedad que el tango?.
¿Qué es bueno para desarrollar la memoria? Ah, sí, ya recuerdo: el ajedrez. De hecho, “hay indicios claros de que el ajedrez puede prevenir o retrasar el Alzheimer”. ¿Quién lo dice? Nada más y nada menos que Leontxo García, (2008). Un experto en temas de ajedrez. El ajedrez previene la “desmemoria”, como diría G. Márquez. Entre los Grandes Jugadores del Tablero Escaqueado, se dice que esta es la habilidad que distingue a los grandes Maestro del resto: la memoria.
ResponderEliminarPresumiblemente, es la memoria una de las primeras facultades o habilidades con las que “trabaja” el “juego-ciencia”. Según el autor de Fluir, la memoria es la “es la habilidad mental más antigua” y, tan es así, que para los griegos era la madre de la historia.
El tema de cómo cuidarla o desarrollarla, no es fácil. Lo cierto es que se desarrolla desarrollándola. Esta afirmación, aunque parezca una tautología, no lo es: sólo entrenando la memoria constantemente, utilizándola, memorizando en forma incesante, reproduciendo lo memorizado, una y otra vez, es posible perfeccionar la memoria. Como diría Perogrullo: es imposible desarrollar la memoria sin tratar memorizar algo.
Como quiera que sea, para mantener la memoria a punto, hay que entrenarla, ejercitarla. La forma más elemental es poner atención y concentrarnos más en lo que hagamos. En última instancia, lo que llamamos “mala memoria” no es sino la falta de atención, concentración o, en último caso, o de interés. También, es bueno recordar que la repetición es una de las condiciones esenciales de la memorización. Sin embargo, no se debe memorizar por memorizar.
Por último, y para no hacer esto tan largo, cito al Dr. Deepak Chopra (2010:19), quien en “Reinventa tu cuerpo, resucita tu alma”, ha plasmado que “usar la mente mantiene joven el cerebro; no usar el cerebro conduce a su deterioro”.