APRENDER A USAR EL ORDENADOR

Hay abuelos que vuelven a la escuela para aprender a usar el ordenador.
Las distancias se van acortando, estamos cerrando la brecha generacional, dando clases a grupos de personas mayores a los que enseñar el uso del ordenador, dándoles nociones básicas de informática, enseñándoles que el ordenador nos es un monstruo que les asusta...
Hay que enseñarles desde como se enciende la máquina, como se usa el ratón, el entorno del sistema y hasta navegar por Internet y chatear.
Hoy en día la mayoría de nuestros pueblos y ciudades, en cualquier centro de mayores se pueden hacer este tipo de cursos. Cursos gratuitos que les abren un mundo nuevo, un mundo por explorar.
La mayoría están entusiasmados y a la vez agradecidos porque para ellos es muy importante formar parte de este nuevo mundo, el de las nuevas tecnologías y aunque es posible que nunca puedan llegar a poder entender la magnitud de este mundo, no quieren perder la oportunidad de intentar estar allí.

Gracias queridos e intrépidos abuelos
por vuestra perseverancia y actitud
positiva, una vez más nos demostraís
que no importa la edad para tener
interés y ganas de aprender.

APRENDIZAJE EN ABUELOS MAYORES

Se han publicado muchos e interesantes artículos sobre el aprendizaje en adultos mayores desde la perspectiva de la neurociencia. Hay muchas creencias que como para la vejez hemos podido el 40% de nuestras neuronas o que el cerebro a partir de los 40 años ya no se desarrolla u le cuesta asimilar información.
Pero han resultado falsas, según un grupo de neurocientificos que han demostrado que le cerebro sigue siendo plástico y con capacidad de aprender hasta mucho más allá de los 70 años, siempre y cuando los ejercitemos, claro está.

Lo que sí está claro para las personas que pasamos ya de los 40, que no aprendemos igual que antes, ya que nos cuesta más concentrarnos, nos cuesta más recordar cosas concretas. pero por otro lado al tener el cerebro maduro seguimos construyendo circuitos neuronales que nos permiten reconocer patrones y encontrar el significado o la solución de un problema más rápidamente que un cerebro joven. Somos capaces de ver " el bosque no solo los árboles" .
Los investigadores han encontrado la mejor manera para que los adultos maduros aprendan y es, ejercitando sus cerebros, cuestionarlos con supuestos que fortalezcan los circuitos neuronales que llevan tiempo establecidos e incluso creando nuevos.
El hombre necesita tener sus estructuras mentales ordenadas, para orientar sus percepciones y pensamientos hacia la adaptación al contexto y poder actuar así sobre su medio ambiente. A esto solo nos puede ayudar una actitud de aprendizaje constante. La vejez no es sí una catástrofe o naufragio, ni tampoco una bendición o edad dorada; es un fenómeno individual e irrepetible, como lo es el hombre.
Haciendo gala de lo que estamos tratando y defendiendo el uso de las nuevas tecnologías, presentamos una serie de consejos, llenos de sentido para todas las personas interesadas en alcanzar cierta calidad vida y salud mental.
      1. Búsqueda de todo aquello que nos ayude a sentirnos mejores, más satisfechos, más felices. Estar ocupado es "sentirse vivo" y una de las acciones que más nos satisface.
      2. Desarrollar la capacidad de entusiasmo, puesto que ello nos proporciona una energía positiva y una sensación de bienestar.
      3. Coraje para enfrentarse a los miedos
      4. Cultivando la mente y la memoria y aprendiendo cada día algo nuevo
      5. Fomentar la creatividad, descubrir aptitudes ocultas y cumplir ilusiones
      6. Interés por la vida que nos rodea y enseñar lo aprendido y ofrecer nuestra experiencia a las nuevas generaciones.
      7. Esfuerzo para olvidar los ambientes de angustia y tensión
      8. Búsqueda de compañia, porque compartir la mesa con alguien estimula el apetito

TIEMPOS DIFICIELES

  En algunos momentos nos debilitamos                                 y corremos peligro de sucumbir ante la tempestad.
Pero no tengas miedo,
" Un mar calmado no hace buenos marineros"
Hay que crecerse ante la adversidad y mostrar de que madera esta forjado tu corazón.


Vivimos tiempos difíciles, seguramente la pésima situación económica que atravesamos vaya para largo, las soluciones rápidas no existen y por lo que respecta a España, aún es peor, el cambio de gobierno ha traído más insatisfacción que esperanza, y  con ello más frustración que ganas de seguir luchando. Pero esta es  nuestra realidad y no nos queda más que seguir luchando mientras dure.
Cada persona somos un mundo, cada uno de nosotros lleva los buenos y malos momentos de manera distinta. Unos viven con  un equilibrio casi completo, independientemente de lo  que están viviendo. Otros, viven con miedo constante, ya sea a perder la salud, trabajo, bienes materiales. Y otros piensan que a ellos nada malo les puede pasar, no valoran la salud hasta que la pierden, no respetan a su pareja hasta que esta se va, y entonces... Como en todo, el equilibrio es siempre la mejor opción.
Hay que intentar vivir aprovechando casa segundo de felicidad, sin miedos, porque el miedo es el peor compañero de viaje, nos impide actuar nos paraliza. Pero a la vez, hay que ser consciente de lo frágil que es nuestra realidad, que todo puede desaparecer en un abrir y cerrar de ojos. Entender esto, nos ayudara a valorar nuestra vida. Pero en este tiempo de crisis vivir sin estar sujeta a estos miedos se esta convirtiendo en una tarea de titanes. Hoy el que no tiene trabajo solo puede pensar en encontrar uno y el que lo tiene solo piensa en conservarlo, ahora menos que nunca es el momento de perder nuestra fuente de ingresos, así que trabajamos y trabajamos un poco más cada día, pasamos horas y horas, nos preocupamos nos estresamos ... hasta que entramos un circulo vicioso de angustiosas horas laborales del que es muy difícil salir, nos lleva a una vorágine de nervios, cansancio, falta de sueño, perdida de ilusión y ganas de casi todo. En estas circunstancias es difícil el momento de parar y decir: ¡Basta ya!
Creo que debe llegar un momento en la vida en que nos obliguemos a parar y mirar a nuestro alrededor ( y sobre todo en nuestro interior) y preguntarnos ¿quien soy?, ¿donde estoy?, ¿hacia donde voy?. Pero tengo la triste sensación que a la mayoría no nos gustaría lo que encontraríamos.

No se cuál es la solución a está crisis mundial, ni siquiera la de mi pequeña gran crisis personal, pero creo que tengo que empezar por vivir. Simplemente, vivir. Y esperar que la vida siga siendo generosa conmigo y encontrar la manera de llevarme allá donde tenga que estar.